Nairo Quintana ejemplo de fuerza, esperanza y fe
Hace algunas semanas Nairo Quintana estaba en el puesto 19 de la clasificación general del Tour de Francia, los días fueron pasando y fue gracias a una prueba de equipo que logró ubicarse en el puesto 9, sin embargo existía una gran distancia con Froome quien hasta el momento es un candidato a ganar todo el Tour. Con los días y las etapas Nairo fue subiendo puestos y llegando al segundo lugar que hasta el día de ayer, sólo lo distanciaba del gran británico Froome a 2’45s y así, a simple vista era una tarea imposible, pues el británico se ajustaba más al primer puesto y consolidaba su trabajo. Pero hoy, en la antepenúltima etapa del tour, Nairo Quintana atacó faltando diez kilómetros dejando atrás a Froome y a Valverde su compañero del equipo Movistar.
La tarea estuvo realizada, Nairo debía empezar a descontar minutos, segundos a ese gran ciclista británico que no quería soltar ni una milésima, pero con el trajín de tanta competencia no aguantó hoy el papel que realizó el colombiano que con ayuda de otro compatriota Anacona, Nairo logró desprenderse y escalar con fuerza para llegar de segundo en esta etapa. Le descontó a Froome 1’43s un trabajo bien elaborado que Nairo no podía hacer solo, gracias a su equipo- Movistar-, el hijo de Boyacá puede decidir con más claridad la victoria completa del Tour en la última etapa llena de champaña y abrazos. ¿Será Froome o Nairo el próximo ganador del tour de Francia 2015?
Nairo es espíritu de fortaleza y fuerza, la clara muestra que las esperanzas no deben perderse por más que el camino sea tormentoso, nublado y oscuro. El ejercicio de la confianza en sí, en los que nos rodea es el mejor antídoto para derrotar el desánimo y la falta de entereza para afrontar las metas, los objetivos, los sueños. Siempre se puede contraatacar los deseos que nos hacen estar vivos pero que por alguna razón dejamos a un lado y olvidamos realmente que ese lo que nos hace ser feliz. Nairo atacó más o menos diez veces a Froome en las diferentes etapas y nunca bajó los brazos hasta que por fin, en esta antepenúltima etapa él pudo ver al británico desde arriba de la montaña y no desde abajo como venía haciendo.
Todo es posible con fuerza de voluntad, con deseo y sin dejar de soñar pues el hombre logra caminar por estos senderos de penumbras cuando sus sueños están latentes y aunque a veces han sido golpeados, no pierde esa fe en sí, en los demás, en el futuro. Por esa razón Nairo es ejemplo de fuerza, fortaleza y esperanza, porque nunca dejó que su alrededor que muchas veces lo criticó por no empezar bien el Tour, hoy deben callar y ver como escala montañas.
