¡Colombia es pasión! (Part. 1)

El tema a desarrollar titula “Colombia es pasión” principalmente vamos a hablar de lo que nos une y no de lo que nos divide, voy a tratar este problema ya que por el hecho de nacer aquí es un tema que en primera instancia nos toca a todos y por consiguiente porque aquí comienzan los sueños de aproximadamente 47 millones de personas, que en su mayoría amamos esta tierra.

Mi intención es promover la pasión por nuestro país, darle valor a lo propio; generar sentido de pertenecía hacia nuestras costumbres, tradiciones, etnias, tribus, orígenes, memoria histórica o hacia el orgullo por ser Colombiano, mostrar lo simple y a la vez perfecto del amarillo, azul y rojo; no enceguecer nuestro pasado indígena, africano, campesino u obrero, sino exaltarlo orgullosamente con la frente en alto tal como lo cita Gonzalo Arango poeta colombiano en su texto “la salvaje esperanza”, “éramos dioses y nos volvieron esclavos, éramos hijos del sol y nos consolaron con medallas de lata, éramos poetas y nos pusieron a recitar oraciones pordioseras, éramos felices y nos civilizaron ¿quién refresca la memoria de la tribu? ¿quién revivirá nuestros dioses? que la salvaje esperanza sea siempre tuya querida alma inamansable”. Me gustaría demostrar que es importante no hacer caso omiso de nuestro pasado para que los que lucharon por nuestra tierra Y la libertad de nuestro porvenir no hayan luchado en vano, que los que murieron defendiendo los ideales de un país próspero no sean olvidados.

Somos un país que no solo tiene la infortuna de tener violencia, y una gran enfatización en el narcotráfico, conflictos internos y corrupción, sino uno que también tiene grandes herencias indígenas, políticos honestos que ambicionaron con un mejor mañana, un patriotismo descomunal, una diversidad cultural de distinguirse, escritores, científicos, artistas, deportistas y muchas más virtudes a destacar. Y si situamos estos dos factores en una balanza por cantidad tenemos más cosas que enfatizar agradables que objeto que nos denigren, entonces... ¿A que quiero llegar con esto?¿Cuál es la causa de ello? ¿Cuál es la solución?

Como lo mencione antes quiero esbozar en “darle valor a lo propio” parafraseo a Gonzalo Arango que interpreta los primeros surgimientos a este problema en nuestro pasado indígena; pasado que, desgraciadamente no nos trajo cosa buena alguna, en cambio: nos explotaron, esclavizaron, arrebataron nuestras creencias e impusieron su idioma, costumbres, tradiciones, religiones y políticas...pero al fin y al cabo esto hace parte de nuestra historia y por ende de nuestra cultura e identidad, debemos no de aceptarla pero si de conocerla, se trata de pensar con ideas propias, de buscar soluciones a los problemas de nuestra realidad. tarea, que se debe enfrentar, pero sin menospreciar los valores morales creados por las sociedades que le antecedieron.

Por consiguiente quiero narrar un párrafo que solidifica mi tesis del discurso “La soledad de América latina” de nuestro escritor colombiano Gabriel García Márquez en el que narra “Es comprensible que insistan en medirnos con la misma vara con que se miden a sí mismos, sin recordar que los estragos de la vida no son iguales para todos, y que la búsqueda de la identidad propia es tan ardua y sangrienta para nosotros como lo fue para ellos.” Con esto quiero pronunciar que la construcción de nuestra identidad es tan extensa y prolongada en forjar, que no es tarea de un día, que compararnos con países europeos cuyas identidades también han sufrió la dificultad por la que ha de pasar toda identidad, solo ayuda a sentirnos más vacíos, solo ayuda a desconocernos más.

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* Estudiante del Colegio Superior Americano ponente en el III congreso de filosofían de esta misma institución educativa. Esta fue su ponencia y la comparte con nosotros.

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